martes, 23 de septiembre de 2008

Moneka

Si fuese un café me pasaría la vida deseando ser un té, pero no una de esas bolsitas en las que las ilusiones quedan aprisionadas, sino un “gran señor” que flota libre en una tetera de barro

Hay magia en una taza de té, en el ritual imprescindible para conseguir un “té de verdad”, en el cuidado y el cariño necesarios para conseguir una mezcla perfecta que calme el espíritu y despeje la mente. Así me gustaría ser: libre, con el corazón en calma y la cabeza a 1000 por hora.

Sólo me falta poder mirar a mi hija a los ojos y decirle que es cierto, que la magia existe de verdad, sin remordimientos, sin dudas, sin complejos. Ese día sere, al fin, libre.

Traducido de: http://meigamoneka.blogspot.com/2008/09/se-fose-un-caf.html

3 comentarios:

niharaqurv dijo...

BENVIDAAAA!!!

La Hechicera Pichuca dijo...

El misterio que entraña el hecho de que tu hija se formará dentro de ti y ahora tenga el tamaño y la forma que observas, es MAGIA.
Siéntete libre, you can do it!!!

LU dijo...

Me reí mucho con tu correo renegando sobre las maravillas del café; y ya veo que de inmediato aparece el té. Siempre me ha llamado la atención que estas dos bebidas parezcan contrapuestas.
Magia y libertad, ese sueño por el que deberíamos luchar con más fuerzas cada día.