domingo, 28 de septiembre de 2008

Chimenea de Hadas. SHIRLEY


Shirley siempre va y viene con el pelo revuelto.
Por la mañana las legañas se encargan de esconder sus ojos rasgados.
Me mira sin decir nada, espera paciente a que saque mi galleta de la bata y se la entregue: comienza el ritual.
Le tomo la mano para que me acompañe al baño. Allí le lavo la cara, peino su cabello salvaje y le echo colonia mientras se toma la galleta. Después ella sabe bien lo que va a suceder y siento cómo empieza a ponerse nerviosa.
Me acerco a ella, despacio, mirándole a los ojos, abro la boca como Júpiter devorando a sus hijos y me como a besos y mordiscos todo su cuerpo.
Intentan apartarme de ella sus manos menudas, cree que puedo herirla y mientras espera que esto pueda suceder, el eco de su risa inunda el baño de música celestial.
No digo nada porque ya lo sé todo, sólo sonrío y vuelvo a besarla y a morderla para hacerle más cosquillas.

3 comentarios:

Zadelia dijo...

Muy contenta de que al fin leerte! un requetemiau.

niharaqurv dijo...

cómo me suena todo esto que cuentas...

LU dijo...

Un buen despertar.