sábado, 7 de febrero de 2009

si está BIEN

Llevo horas dando vueltas, intentando pensar en cada una de las alternativas. El que dice que la almohada es buena consejera, se equivoca. Ensayo frases de inicio. La comunicación es la base de todo.

Ya sé, aprovecharé la hora de la comida. Mejor una cena. No, en casa... Ir al aeropuerto. Nunca lo hago, ni tan siquiera estoy segura de la hora de llegada.

Me destapo y siento frío. Tiro del edredón hacia arriba. Me giro hacia el otro lado. No quiero ver la hora. Cierro los ojos y aprieto con fuerza los puños (decías que era un truco para conciliar rápidamente el sueño, me hacía tanta gracia …) No se oyen coches en la calle. No entra luz por el pequeño resquicio de la persiana, ni por debajo de la puerta del baño. Parece que el tiempo se arrastra, pero no se mueve. Voy a la cocina entre la oscuridad. Abro la nevera y me deslumbra. Un zumo bien frío me sentará bien.

De nuevo tumbada. Concentración. Respiro suavemente. Visualizo una imagen placentera. El mar, una pequeña cala de arena fina… El rumor de las olas.




¿Y si no quieres comprender?
Las gaviotas sobre el cielo azul…
Puede que hagas ese maldito gesto y me mires con indulgencia (sabes lo mal que me sienta).
El sol de invierno, la suave brisa…

Suena el despertador. Ni un segundo para la duda, me incorporo, me levanto y directa a la ducha. El agua hirviendo, siento el chorro en la cara y el cuerpo. Un café, muy cargado y una nube de leche. Me cambio de pantalones, los negros, mucho mejor.

Diseños, bocetos, decisiones milimetradas, zambullirse de cabeza entre papeles. A punto de reunirme con la jefa, me doy cuenta de que tengo el móvil apagado. Lo busco entre la selva en el interior del bolso. Siempre lo mismo, dónde estará? Marco el PIN, saludo de Nokia… Ojalá fuera así de sencillo, extiendo mi mano hacia la tuya. Cojo los documentos y echo una última mirada a la pantalla.

Podría discutir cada punto, forzar una prórroga para la presentación del proyecto, pero hoy es irrelevante. Cifras, datos, escucho y me dispongo a obedecer todas las órdenes recibidas. Salgo del despacho y camino lentamente.

Dos llamadas perdidas en la madrugada, y un sms con un largo texto de promociones navideñas. Qué raro, tan tarde… ¿Qué está pasando? Tal vez intuyes mi inquietud. No puede ser; simplemente soy una partícula invisible, que co-habita bajo el mismo techo.

Decidido, hay que hablar ya … “No estoy bien. Supongo que es evidente mi apatía… No puedo culparte solamente a ti. No sé desde cuándo… No estoy enfadada, ni dolida. Me he acostumbrado a tus silencios, a tus cambios de planes, a no contar contigo, a improvisar… Me siento muy sola. Me asfixio… Necesito aire, un cambio, vivir, sentir. Quiero viajar, volver a brincar en un concierto, emocionarme en una sala de cine, leer en la cama los domingos por la mañana, comer helado de chocolate, hacer fotos de las calles bajo la lluvia… Pero tú no tienes tiempo para compartir, para hablar, para reír, para soñar a mi lado… ”

Así mismo se lo voy a decir, todo seguido, sin que pueda interrumpir mi discurso. No hay respuestas correctas. Guía, nombres, inicial… Juan deja sobre la mesa los sobres y un pequeño paquete que de inmediato ocupa toda mi atención. Fuera de cobertura, cuelgo y me lanzo a rasgar ese torpe envoltorio (señal que te identifica de inmediato; que tantas risas ha provocado entre tú y yo, incapaces ambos de conseguir un resultado mínimamente digno). Una pequeña libreta de tapas duras y un CD plateado sin rotular. No lo entiendo, ni una nota… Escucho y suena una canción:


5 comentarios:

LU dijo...

La imagen está tomada ayer mismo, entre borrascas. Panzón (Pontevedra).

El final podría ser interactivo, te propongo un juego, cambia la canción.

Biquiños

Zadelia dijo...

jeje, vaya racha planetaria!!! qué tiene el invierno que sólo la voz de J consigue calentarnos el alma!!!!!
tu historia es como una serie de instantáneas de polaroid, es vida... con sorpresa.


pd: lo del reproductor está genial así, por mi no lo vuelvas a cambiar! y... cambiar la canción mmm ",CÓMO?", lo estudio pero creo que sería otra d los planetas...! voy a esforzarme mucho y haber si os sorprendo con otra. y gracias por la foto, todo un regalazo de domingo! kiero, como dice la canción:

el bello verano

tengo ganas de fiesta de que acabe el invierno de volver a nadar en el mar de soñar el verano en el que fuimos novios y poderle cambiar el final

tengo algunos poemas que escribimos entonces te ahora te harían reir han pasado tres años desde aquel verano y sigo enamorado de tí tu cara triste mi amor de plata

podemos volver a empezar seremos delfines o ballenas azules viviendo en el fondo del mar

Moneka dijo...

Me gusta mucho tal y como está, no podría encontrar una canción mejor. Y si la encontrase sería otra historia distinta (aunque eso de la historia interactiva me ha molado un montón)

Opino igual que Caro y me encanta el reproductor nuevo. Era un verdadero problema entrar desde el curre, siempre me olvidaba del reproductor y empezaba a sonar la música a toda caña (curro en una biblioteca).

Vaya, parece que al café se le están limpiando las telarañas con tanto movimiento. Qué guai!

LU dijo...

Zadelia, sí, racha planetaria TOTAL. He vuelto a escuchar sus discos, sobre todo los del principio. Es que me dan la vida...

Será porque soy vaga, y si las frases son cortas, pues parece que me desenvuelvo mejor. Se trata de unas imágenes muy simples, sí como polaroids, que se quedan en la superficie, pero a la vez quieren transmitir inquietud, duda...

Me gusta tu final, como un nuevo inicio.

Qué bien, esto parece que va.

BIQUIÑOS

LU dijo...

Moneka, con la canción claro que se cambiaba la historia, pero podía ser divertido, y teníais mi pleno consentimiento. A mi también me gusta lo interactivo.

Pues nada, si nadie opina lo contrario, dejamos este reproductor. Os paso por correo la web de donde salió para que cuando queráis podáis meter vuestros temas favoritos. Está muy bien porque hay muchas rarezas....

He curioseado por tu blog y he visto las fotos de la biblio.

Qué siga el movimiento, que se anime todo el mundo. Vamos allá, que de ésta sí va,

BIQUIÑOS